![]() |
|
|
Artículos año 2013
Cuando la palabra crisis aparece repetida por doquier en las innumerables publicaciones que cada día proliferan en los diversos medios de comunicación, ya sean estos en papel o de manera creciente digitalizados, es el mejor momento para parar el tiempo y reencontrarse con uno de los acontecimientos que, no por necesario y repetido, deja de ser de rebosante actualidad. Se trata de haber recuperado la magia de hacer unas judías con perdiz a la usanza tradicional del fuego de leña. ![]() Todas las confluencias fueron positivas y el domingo 17 de marzo fue la fecha clave para que se concretaran las expectativas más optimistas. Amaneció una mañana gris y húmeda que pronto fue dando paso a una lluvia incesantes por momentos pese a que el viento estaba en calma y las temperaturas no eran muy bajas, pero sí lo suficiente como para que el cuerpo pidiera lumbre y comida de cuchara, de esas que lo entonan al pasar. ![]() El siguiente paso era poder alimentar el fuego sin otra preocupación que la de permanecer vigilante de forma intermitente pero continua. Y a ello le favoreció la propia lluvia que impidió la habitual salida ciclista de los domingos por la mañana. De modo que todo se tornó favorable para reverdecer el mito de lo cotidiano en nuestros antepasados, que hacían de la elaboración de su comida un rito artesanal que hoy apreciamos como una excepción de incalculable valor. ![]() Dejadas a su amor, las judías seguían su lento tránsito mientras yo hacía leves escapadas para realizar algunos ejercicios de tonificación, supliendo a la frustrada salida en bicicleta, o bien caminaba a por la prensa como es costumbre todos los domingos del año. Cerca del momento de la cocción, una perdiz entera y pelada se dejaba deslizar en el puchero para dar así el toque de calidad y sabor añadido al plato, que se completaría finalmente con patatas y chorizos que requieren menos tiempo para su reblandecimiento. ![]() Marzo de 2013 |
|
Subir ^ | www.justorien.es © 2023 |